lunes, 1 de agosto de 2011

Una vida alrededor de una mesa

He escrito este microrelato para participar en un concurso de un restaurante que acabo de conocer y que ya me fascina: http://www.bascook.com

Es costumbre pensar que cada cual en su casa es donde mejor come y donde mejor se preparan la mayoría de los platos. Jamás pretendería negar semejante verdad, pues yo misma soy también de esa opinión. Sólo quiero haceros partícipes de lo que para mí ha sido y será, lo mejor de mi casa.

Y no voy a hablar de la comida, ni de los platos, ni de los ingredientes, ni de los sabores, ni de lo extremadamente rico que es todo aquello que está hecho por las manos y el cariño de alguien de nuestra familia.

Voy a hablar de los momentos alrededor de una mesa. Lo que para mí es mejor, incluso, que el más sabroso de los platos elaborado con los mejores ingredientes.

Quiero hacer un homenaje a los ratos que he pasado con los míos, sentados, alrededor de nuestra mesa, cada uno en su sitio, en el que lleva sentándose desde siempre y desde donde observa cómo el paso del tiempo acaricia los rostros de las personas con las que ha compartido más de la mitad de las comidas de su vida.

Mi amama, mi amona, mi amuma, en definitiva, mi abuela para los que no estéis familiarizados con el euskera, es la persona que mejores sabores ha conseguido llevarme al paladar. Pero también la que mejor ha sabido inculcarnos, educarnos y enseñarnos el valor de las celebraciones alrededor de una mesa, juntos, aunque fuera compartiendo “hondakines” (como ella siempre ha llamado cariñosamente a las “sobras”).

Alrededor de una mesa, sentados unos al lado de otros, hablando, bromeando, contándonos historias del día a día. Así hemos pasado la vida en mi familia, comiendo y celebrando juntos miles de fechas señaladas.

Y de vez en cuando alguno recordaba que era obligado decir en honor a la cocinera aquello de “pero qué rico te sale todo amama”. Y con unas gotas de esa frase, una pizca de nuestras sonrisas, una cucharada de ilusión y mucha destreza se sigue cocinando a fuego muy lento la felicidad de todos nosotros.