martes, 10 de agosto de 2010

Happy Pills


Contra los lunes, la dieta de la piña, los domingos de lluvia, el calentamiento de la tierra, las lavadoras que se estropean sin avisar, los días grises, las raíces cuadradas, la insoportable levedad del ser, el pelo revelde sin causa, el hombre del tiempo gafe, las llaves que se pierden solas, el precio de la vivienda en general y el aburrimiento en particular.

Posología: consumir alegremente.

Las Happy Pills se venden en Carrer Arcs 6, 08002 de Barcelona.

Hasta la vuelta, me voy a.... ¡¡¡China!!!

martes, 20 de julio de 2010

Buda explotó por vergüenza (y muchos deberían hacerlo...)

Ayer vi esta película y hace mucho que durante la misma peli no lloraba tantas veces...

He encontrado esta crítica que comparto al 100%, me gustaría citar la fuente pero no me acuerdo:

"La película está repleta de contenido, no existe una escena que no esté transmitiendo ideas o sirviendo de protesta. Y en el más visible, la historia de Baktay, la niña que quiere ir a la escuela, es emotiva y cautivadora. Además está grabado en vídeo, las actuaciones de todos los niños y niñas son plenamente realistas. La elección de la niña protagonista, Nikbakht Noruz, es perfecta.... Dan ganas de entrar en la pantalla y sacarla de allí como sea".

Quizás, me fui un poco más triste de lo normal a la cama...

viernes, 4 de junio de 2010

Cumpliendo un año más... las cosas se ven diferente

Todos los años en mi cumple elijo una canción que se convierte en resumen de mi estado de ánimo y en bandera para el nuevo año. Este año es ésta, Noches de Boda de Joaquín Sabina:

Que el maquillaje no apague tu risa,
que el equipaje no lastre tus alas,
que el calendario no venga con prisas,
que el diccionario detenga las balas.

Que las persianas corrijan la aurora,
que gane el quiero la guerra del puedo,
que los que esperan no cuenten las horas,
que los que matan se mueran de miedo.

Que el fin del mundo te pille bailando,
que el escenario me tiña las canas,
que nunca sepas ni cómo, ni cuándo,
ni ciento volando, ni ayer ni mañana.

Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel.

Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel.
Que las verdades no tengan complejos,
que las mentiras parezcan mentira,
que no te den la razón los espejos,
que te aproveche mirar lo que miras.

Que no se ocupe de tí el desamparo,
que cada cena sea tu última cena,
que ser valiente no salga tan caro,
que ser cobarde no valga la pena.
Que no te compren por menos de nada,
que no te vendan amor sin espinas,
que no te duerman con cuentos de hadas,
que no te cierren el bar de la esquina.

Que el corazón no se pase de moda,
que los otoños te doren la piel,
que cada noche sea noche de bodas,
que no se ponga la luna de miel.

Que todas las noches sean noches de boda,
que todas las lunas sean lunas de miel.

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lunes, 3 de mayo de 2010

Cansancio

Estoy cansada de que suene el despertador y no poder levantarme, de que no acabe de irse el invierno, de que digan constantemente "45 minutos de música sin interrupción" porque decirlo cada minuto sí es interrumpir, estoy cansada de tener la sensación de que mi nevera se vacía sola, de que me entren ganas de hacer pis de madrugada, estoy cansada de quedarme sin calcetines limpios, sin camisetas que me apetezca ponerme, estoy cansada de quedarme dormida viendo la televisión y sobresaltarme cuando se van a publicidad, estoy cansada de recibir e-mails reenviados, estoy cansada de tachar los días hasta que llegue el fin de semana, estoy cansada de imaginarme situaciones que nunca pasan, de seguir siendo optimista porque no sirve para nada. Estoy cansada de contar el dinero y tener la sensación de que todo es una estafa, estoy cansada de sentirme engañada cuando me comparo con los europeos, estoy cansada de soñar con las vacaciones cuando aún no sé cuándo y cómo van a ser, estoy cansada de sonreír cuando no me apetece hacerlo, estoy cansada de cortarme el flequillo y crezca tan rápido, estoy cansada de lo políticamente correcto, estoy cansada de que me duela la espalda, estoy cansada de no encontrar tiempo para hacer cosas placenteras, estoy cansada de que aceptemos todo creyendo que "así es la vida", estoy cansada de ver que la gente no es feliz, estoy cansada de que mis vecinos no sepan convivir, de que la gente se crea todo lo que oyen, estoy cansada de haber perdido ya las ganas de pelear, estoy cansada de cometer una vez más los mismos errores del pasado.

Estoy cansada de sentirme cansada. Así que no voy a cansarme más...

martes, 27 de abril de 2010

Para conseguir resultados distintos no hay que hacer siempre lo mismo

Me han dicho que lo decía un profesor de la facultad de Ingeniería de la UPV-EHU. Y me parece una frase tan buena y que tantas veces olvidamos que merece la pena hacerle un homenaje. “El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra” es una verdad que todos conocemos y asumimos. ¿Por qué lo asumimos? ¿Porque no nos vemos capacitados para ser más inteligentes y no caer una y otra vez en nuestros mismos errores? ¿O es que somos tan superiores que nos sentimos preparados para poder equivocarnos y luego buscar la forma de solucionarlo? Sea la razón por la que sea, lo cierto es que nos pasamos la vida cometiendo los mismos fallos, la mayoría de las veces incluso siendo conscientes de ello. Y esto sí que me parece increíble.

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jueves, 22 de abril de 2010

Los regalos sí se regalan

Hay veces que un regalo que te han hecho aporta más cosas negativas que positivas. Está ahí, te mira todos los días y te recuerda cosas que a lo mejor no quieres recordar. Entonces llega un día en el que tú tienes que hacer un regalo a alguien que sabes que quiere eso que tú tienes. Entonces tienes dos opciones: coger tu regalo, meterlo en un cajón para olvidar que lo tienes, lo que significa y condenarlo al un cruel desprecio. O cogerlo, envolverlo y regalarlo. Y permitirle que se convierta en un “regalo querido y valorado” en otro lugar, en otro momento.

Y cuando optas por la segunda opción lo haces con dudas, es absurdo negarlo. Yo lo he hecho por primera vez en mi vida y seguramente piense más veces que he hecho mal, que las que crea que hice bien, y viviré bastante tiempo en esa dicotomía. De momento yo he sacado de mi casa algo que no me gustaba ver y que tan pronto ha atravesado el umbral de mi puerta, se ha reencarnado para convertirse, en casa de otra persona, en algo mucho más apreciado. En el fondo, conmigo no iba a ser feliz…

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viernes, 9 de abril de 2010

¿Por qué Pocoyo?


Yo siempre digo: “Jesusito”.
Y ellos contestan:”de mi vida”.
Y yo digo:”tú eres niño”.
Y ellos dicen “como yo”.

Hace unos años, cuando mi hija mayor era muy pequeña, siempre se equivocaba, y en vez de: “como yo”, contestaba: “Pocoyó”.

Y si mi fuente de inspiración decía “Pocoyó”, por algo sería...

¡Qué ilusión me ha hecho descubrir de dónde viene el nombre de Pocoyó!
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miércoles, 7 de abril de 2010

Berlín está condenada a convertirse y nunca a ser

Esta semana santa he estado en Berlín. Hacía mucho tiempo que tenía ganas de ir, y después del empacho de Segunda Guerra Mundial que tuve el puente de diciembre en Normandía, el viaje a Berlín ha sido como una continuación de “momentos históricos”. La ciudad no es especialmente bonita, eso está claro, pero tiene tantos rincones especiales y tan llenos de historia que resultan de lo más conmovedores. Berlín es una ciudad que ha sufrido tantos cambios que se dice que está condenada a seguir cambiando y nunca a poder adquirir una identidad propia que se mantenga en el tiempo. Lo cierto es que es un lugar único e increíble donde poder perderse por sitios de lo más curiosos. Por eso y en contra de lo que esparáis ver, en vez de poner una foto del muro grafiteado he elegido una foto que saqué dentro del Reichstag, el Parlamento Alemán, al atardecer, antes de que se pusiera el sol. Después de todo lo vivido, la cúpula de cristal desde donde se ven a los parlamentarios trabajar, es el símbolo de transparencia, modernidad y claridad de los políticos alemanes para con sus compatriotas.

Uno de los momentos especiales del viaje fue cuando visitamos el Campo de Concentración de Sachsenhausen. Siempre había tenido la ilusión de estar en uno. ¿Qué raro no? Menuda ilusión que tenías, pensaréis. El caso es que así es, siempre me había preguntado cómo sería estar en el mismo lugar donde años atrás se sintió tanto dolor, odio, indignación, frustración y crueldad. Y lo cierto es que de alguna manera todo eso se sigue percibiendo, es como si se mantuviera impregnado en el ambiente y fuese impasible al paso del tiempo. Fue en ese campo de concentración donde tuvo lugar la mayor falsificación jamás llevada a cabo en la historia de la humanidad. Los nazis persiguieron a los mejores falsificadores, especialistas en imprenta, ilustradores y artesanos de papel para llevarlos a ese campo y falsificar libras esterlinas y dólares. Si habéis visto Los Falsificadores es el campo de concentración que sale en la película.

Y como siempre, tras un viaje siempre llega una dulce depresión postvacacional que te empuja a ser proactiva y a pensar en el próximo destino. Tengo en mente este verano ir a China, por varias razones.

-La primera, es que es el destino que han elegido unos amigos que hicimos el verano pasado en el viaje a Rusia.

-La segunda, es que en 2008 estuve estudiando chino y me gustaría practicar algo más que con la tendera del ultramarinos chino en el que compro noodles y salsa de soja.

-La tercera, es que después de este invierno tan frío, las vacaciones a esquiar y la semana santa en un frío Berlín, me apetece ir a un lugar cálido y China en verano puede llegar a ser asfixiante.

-La cuarta, es que tengo ganas de ir a Oriente por primera vez y ver culturas, lugares, ciudades, costumbres, restaurantes, gentes y hábitos tan diferentes a los de la cultura occidental.

Y hasta que el próximo viaje suceda, viviré del recuerdo del anterior…
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miércoles, 31 de marzo de 2010

No trates con prioridad a quien te trata como opción


Hace poco me hice fan en Facebook de un grupo que se llamaba así y me pareció una gran frase que me invitaba a reflexionar bastante sobre el tema. Muchas veces tratamos con prioridad planes y personas que no se lo merecen y dejamos como opción lo que realmente sí merece ser una prioridad. Un trabajo mejor que el que tenemos no es una opción, es una prioridad. Y podemos tirarnos meses intentando sacar la boca para respirar entre un montón de mugre que cada día nos cubre más y más pero no hacer nada creyendo que la prioridad es tener un trabajo cuando debería ser “tener un trabajo que quiero y que me motiva”. Y lo mismo en las relaciones de pareja, en las amistades, con la familia, etc.

Yo sé muy bien lo que es tratar con prioridad, tratar como opción, que me traten con prioridad y que me traten como opción. En estos momentos de mi vida, sólo tengo espacio para tratar con prioridad y para que me traten con prioridad. Ya ha habido épocas de ser y de elegir entre las opciones.

Y como me dijo Itzi esta semana: “hay que pasar de todo y no intentar entender ni elegir antes de que la vida te plante un reto en la cara”. Y yo ya sé cuál es ese reto por lo menos a corto plazo, se llama ser alumna y profesora de la Universidad del País Vasco y no morir en el intento. Mi doctorado y mis clases, son mi prioridad hasta junio. Después…. ¿quién sabe?

Hoy estoy un poco cortocircuitada. Menos mal que mañana me marcho a Berlín y volveré oxigenada de nuevo…
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miércoles, 24 de marzo de 2010

El Principito


Es mi libro favorito porque guarda tantos mensajes abiertos a tantas interpretaciones que cada vez que lo leo sigo aprendiendo algo. Saint-Exupéry se imagina a sí mismo perdido en el desierto del Sahara, después de haber tenido una avería en el avión. Entonces aparece un pequeño príncipe. En sus conversaciones con él, el autor revela su propia visión sobre la estupidez humana y la sencilla sabiduría de los niños que la mayoría de las personas pierden cuando crecen y se hacen adultos. Y yo que he trabajado con niños y con adultos, con adultos niños, con niños adultos, no puedo estar más de acuerdo con lo que cuenta en el libro:

“Las personas mayores nunca pueden comprender algo por sí solas y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones. Los niños debemos ser muy indulgentes con las personas mayores. A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial. Nunca se les ocurre preguntar: "¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?" Pero en cambio preguntan: "¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?" Solamente con estos detalles creen conocerle. Si les decimos a las personas mayores: "He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado", jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: "He visto una casa que vale cien mil pesos". Entonces exclaman entusiasmados: "¡Oh, qué preciosa es!" .

Una de mis partes favoritas del libro es la parte en la que el principito conoce al zorro.
—“Hola, soy un zorro, ¿me domesticas?”
—No —dijo el principito—. Busco amigos.
—¿Qué significa "domesticar"? —preguntó el principito.
—Es una cosa ya olvidada —dijo el zorro—, significa "crear vínculos... "
—¿Crear vínculos?
—Efectivamente, verás —dijo el zorro—. Tú no eres para mí todavía más que un muchachito igual a otros cien mil muchachitos y no te necesito para nada. Tampoco tú tienes necesidad de mí y no soy para ti más que un zorro entre otros cien mil zorros semejantes. Pero si tú me domesticas, entonces tendremos necesidad el uno del otro. Tú serás para mí único en el mundo, yo seré para ti único en el mundo...
—Comienzo a comprender… —dijo el principito—. Hay una flor... creo que ella me ha domesticado...
—¿Qué tengo que hacer entonces? —dijo el principito—.
—Ven mañana a la misma hora —dijo el zorro—. Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde; desde las tres yo empezaría a ser dichoso. Cuanto más avance la hora, más feliz me sentiré. A las cuatro me sentiré agitado e inquieto, descubriré así lo que vale la felicidad. Pero si tú vienes a cualquier hora, nunca sabré cuándo preparar mi corazón... Los ritos son necesarios.

...

—Adiós —le dijo.
—Adiós —dijo el zorro—. He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos.
—Lo esencial es invisible a los ojos —repitió el principito para acordarse.
—Los hombres han olvidado esta verdad —dijo el zorro—, pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Tú eres responsable de tu rosa...
—Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has perdido con ella.
—Es el tiempo que yo he perdido con ella... —repitió el principito para recordarlo.

...


Para mí, hay dos clases de personas en el mundo: los que fliparon con el El Principito y los que no. Pero no os preocupéis si sois de los que lo leyeron en su día y no les dijo nada. Volved a hacerlo, ¡siempre se siente algo diferente!

martes, 23 de marzo de 2010

La vida son etapas

Esa es la lección de esta semana, autolección más bien. Hay que intentar trasladar las tristezas, las frustraciones o las desilusiones cuando se tengan a un concepto diferente: la vida está compuesta por diferentes etapas. Y cuando creamos que todo es una mierda hay que parar, respirar y ser positivos para poder pensar que es una etapa más que nos toca vivir pero que antes o después pasará. Lo que nunca debemos hacer es estar esperando a que pasen los días, los meses, hasta que llegue la marea y la corriente nos lleve hasta otra etapa. Hay que vivirla, hay que disfrutarla, hay que exprimirla y lo más importante, hay que aprender siempre algo de cada etapa.

No me gusta la gente que dice cosas como “me arrepiento de haber hecho esto, o de haber ido a tal sitio, o de haber tomado tal decisión”. Nuestra vida no sería nuestra vida sin pasar por etapas malas que hacen que sepamos valorar las buenas, que sepamos apreciar lo que tenemos y hemos conseguido habiendo pasado inevitablemente por etapas peores. Nuestro camino no habría sido el mismo, no habríamos tomado las mismas decisiones y no habríamos llegado al punto en el que estamos, con lo que somos y tenemos sin etapas malas.

El 2009 fue una etapa en la que aprendí mucho, sufrí más y que me ha permitido llegar a 2010 con lo que tengo ahora. Y me permitirá tomar mejores decisiones con las lecciones aprendidas entre lágrimas y alegrías.

Hay que ser absolutamente feliz todos los días, aunque sea unos segundos.

Gracias Joana.

miércoles, 17 de marzo de 2010

¿La mejor o la peor marca?

El dato de la semana es que una marca como es Movistar (y vamos a obviar que en estos momentos es competencia jeje) ha sido por un lado valorada como la peor marca por los consumidores y por otro, en este estudio o ranking por valor de marca de 2009, sale en primer lugar en cuanto a "valor de marca" con un valor estimado en unos 13.000 millones de euros.

¿Curioso no?

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martes, 9 de febrero de 2010

No puedo seguir así...

Hace más de un año y medio que no escribo, cómo pasa el tiempo... Así que como propósito de este nuevo año que acaba de empezar con tantos cambios me propongo retomar esta buena costumbre de escribir y seguir haciendo de mi blog un lugar donde poder expresar mis pensamientos, ideas, gustos y demás reflexiones.

Más propósitos para este año:

-sufrir menos y disfrutar más
-viajar más
-desconectar más
-hacer más deporte
-reflexionar menos
-aceptar mejor la realidad
-escuchar más y hablar menos
-aprender algo nuevo cada día

Pero sobre todo, ser feliz....