miércoles, 7 de abril de 2010

Berlín está condenada a convertirse y nunca a ser

Esta semana santa he estado en Berlín. Hacía mucho tiempo que tenía ganas de ir, y después del empacho de Segunda Guerra Mundial que tuve el puente de diciembre en Normandía, el viaje a Berlín ha sido como una continuación de “momentos históricos”. La ciudad no es especialmente bonita, eso está claro, pero tiene tantos rincones especiales y tan llenos de historia que resultan de lo más conmovedores. Berlín es una ciudad que ha sufrido tantos cambios que se dice que está condenada a seguir cambiando y nunca a poder adquirir una identidad propia que se mantenga en el tiempo. Lo cierto es que es un lugar único e increíble donde poder perderse por sitios de lo más curiosos. Por eso y en contra de lo que esparáis ver, en vez de poner una foto del muro grafiteado he elegido una foto que saqué dentro del Reichstag, el Parlamento Alemán, al atardecer, antes de que se pusiera el sol. Después de todo lo vivido, la cúpula de cristal desde donde se ven a los parlamentarios trabajar, es el símbolo de transparencia, modernidad y claridad de los políticos alemanes para con sus compatriotas.

Uno de los momentos especiales del viaje fue cuando visitamos el Campo de Concentración de Sachsenhausen. Siempre había tenido la ilusión de estar en uno. ¿Qué raro no? Menuda ilusión que tenías, pensaréis. El caso es que así es, siempre me había preguntado cómo sería estar en el mismo lugar donde años atrás se sintió tanto dolor, odio, indignación, frustración y crueldad. Y lo cierto es que de alguna manera todo eso se sigue percibiendo, es como si se mantuviera impregnado en el ambiente y fuese impasible al paso del tiempo. Fue en ese campo de concentración donde tuvo lugar la mayor falsificación jamás llevada a cabo en la historia de la humanidad. Los nazis persiguieron a los mejores falsificadores, especialistas en imprenta, ilustradores y artesanos de papel para llevarlos a ese campo y falsificar libras esterlinas y dólares. Si habéis visto Los Falsificadores es el campo de concentración que sale en la película.

Y como siempre, tras un viaje siempre llega una dulce depresión postvacacional que te empuja a ser proactiva y a pensar en el próximo destino. Tengo en mente este verano ir a China, por varias razones.

-La primera, es que es el destino que han elegido unos amigos que hicimos el verano pasado en el viaje a Rusia.

-La segunda, es que en 2008 estuve estudiando chino y me gustaría practicar algo más que con la tendera del ultramarinos chino en el que compro noodles y salsa de soja.

-La tercera, es que después de este invierno tan frío, las vacaciones a esquiar y la semana santa en un frío Berlín, me apetece ir a un lugar cálido y China en verano puede llegar a ser asfixiante.

-La cuarta, es que tengo ganas de ir a Oriente por primera vez y ver culturas, lugares, ciudades, costumbres, restaurantes, gentes y hábitos tan diferentes a los de la cultura occidental.

Y hasta que el próximo viaje suceda, viviré del recuerdo del anterior…
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3 comentarios:

Itziko dijo...

Después de que me contaras que estuviste en Sachsenhausen me dio por curiosear en Internet sobre ese y otros campos de concentración. Me quedé impresionada con todas las fotos que hay por ahí colgadas, sobre todo de Auschwitz (yo soy más de holocausto que de falsificaciones), y quizá lo que más asusta es poder verlo hoy en día tal cual era hace 60 años, con la vía del tren que entra hasta dentro y todo. Te hace comprender mejor lo que pudo ser aquello y te pone los pelos de punta.


Vista aérea de Auschwitz-Birkenau de Google Maps



Mira lo que has hecho conmigo... Me piqué con tu visita a Sachsenhausen, busqué información, y me he convertido en otra rara como tú: yo también quiero visitar un campo de concentración!

Unknown dijo...

Me encanta tu blog Angetxu, ¡No sabía que tenías uno! Lo descubrí el otro día con tu anterior post, el de "no trates como prioridad a quien te trata como opción". Qué razón tienes y qué sabia es la Itzi.

En cuanto a Berlín, yo sólo estuve tres días, pero me encantó... y me quedé con las ganas de visitar el campo de concentración que dices, tengo muchas ganas de volver.

Angetxu dijo...

Kaixo neskas! Sí, tuve otro blog antes que éste, creo que lo empecé en 2006 cuando curraba en marketing en lastminute.com y lanzamos toda la estrategia web 2.0, si pones en google Angetxu es el que sale primero porque tiene más contenido, pero luego dejé de poder postear porque se cayó o murio la plataforma de typepad que fueron unos de los pioneros en esto de dejar que la gente se creara blogs y me abrí éste, sólo que en 2009 no he estado muy escritora precisamente...