En general, siempre me ha dado mucha rabia que la gente hable del resto sólo por hablar de algo, que nos pasemos la vida fijándonos y opinando sobre todo, lo que sabemos y lo que no, lo que hacen o dejan de hacer los demás. Lo hacemos casi por inercia. Parece, que es uno de los placeres más gratificantes del ser humano moderno. ¿Habrá sido siempre así?
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