- ¿Puedo hacerte tres preguntas?
- No acostumbro dar este precedente a nadie pero como te voy a devorar, puedes preguntar. Contestó la serpiente.
- ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia? preguntó la luciérnaga.
- No. Contestó la serpiente.
- ¿Yo te hice algún mal? dijo la luciérnaga.
- No. Volvió a responder la serpiente.
- Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?
- ¡¡¡Porque no soporto verte brillar!!!
Moraleja: hay veces en la vida en las que la única razón por las que algunas personas te desean el mal y te hacen sufrir es porque no soportan ver cómo brillas. En esos casos, no dejéis de brillar en ningún momento y seguid siendo vosotros mismos.
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